El mundo canalla es más truculento que la menta de sus narradores. Sostiene Oscar Urra que los policías le cuentan historias más truculentas que las que su mente sería capaz de delirar. Es una característica de las megalópolis aunque también, a las pruebas me remito, una práctica de la sociedad distinguida. No solemos hablar de manera directa de la actualidad inmediata en nuestro blog ni en un nuestra programa, pero las declaraciones involuntarias de doña Esperanza Aguirre y Gil de Biedma el viernes pasado merecen, además de todos los comentarios de este fin de semana, un comentario menor en estas líneas.
Preludio. Yo tuve, y tengo pero no frecuento, una tía que trabajó en el París de los cincuenta y sesenta en casas de la alta burguesía parisina. Cuando visité con ella París y le pregunté por su dominio de la lengua y, más en concreto, de la jerga barriobajera, mi tía me espetó, sin que se le inmutase una ceja, que tuviera en cuenta que ella había aprendido la lengua oficial en la academia y los "tacos" de las niñas que iban a los colegios de monjas. "Una alumna de colegio de monjas es un diccionario de tacos", concluyó. Yo, por entonces, no había oído hablar de "excelencia" educativa. Ese modelo elitista de educación que propugna el PP y, sobre todo, doña Esperanza Aguirre y Gil de Biedma.
Repensando el penoso asunto del viernes uno cree que hubiera sido menos definidor de clase, y menos bochornoso, algo así como:
- Ma-to, yo por mi Nacho, ma-to
Así hubiera defendido Belén de España al viceconsejero Ignacio González. Pero Belén Esteban no debió ir a las monjas (o monjas de la clase de la excelencia educativa) porque no fue al cogollo del meollo, al pronunciar el vocablo de los ilustrados heráldicos: "Hijoputa". O al más definidor: "El hijoputa".
Toda España, la OTAN, la OTI, la UNESCO, la ONU, "Cornudos Sin Fronteras" saben a quién se refiere la señora condesa consorte cuando habla del "hijoputa", pero el periódico de su palanganero oficial salió raudo a colocar el insulto en un lugar más bajo del escalafón no sea que se lie la marimorena. Lo cual no deja de ser una tontería porque no es difícil de suponer que, el más hábil realizador de la suerte de "don Tancredo" en la actualidad; Mariano Rajoy seguro que ha oído "el hoja de ruta". Así son las cosas.
Esta es la comunidad, la ciudad y la gente que nos manda. Describirlos da vergüenza y parecen personajes de sainete malo, de tebeo exagerado. Pero son. Son el fruto de la excelencia educativa.
Afortunadamente la comunidad, la ciudad, son muchas más cosas. Por las aceras con las que estos se enriquecen circula un paisaje humano variopinto. Y crecen versos y lienzos. Porque la ciudad además de vertederos genera lírica. Una Lírica que queda flotando en el ambiente y la hace transitable y, a momentos, hermosa. El próximo viernes seguiremos hablando de la ciudad. De la gente, los lugares, las historias....
Mariano Crespo
Cierto pero asuntos de mayor calado y cobertura territorial merecen mayor atención por parte de vuestra incisivo, agudo y brillante guión.
ResponderEliminarA dudar por necesidad, de todos...