martes, 26 de enero de 2010

(12) El precio a la baja de la libertad (22/01/10)






La libertad tiene un precio. Como todas las cosas. Lo que lleva a cierta melancolía es que no sólo se devalúan las monedas sino las cosas mismas, incluso los valores. Que caiga la peseta, el euro, el dólar, el yen me parece un fenómeno religioso. Sí, no desconozco que es un proceso científico cuantificable por la economía. Pero algo de religioso tiene cuando los beneficiados son siempre los protegidos de Dios o de los dioses y cuando sus propios analistas son mejores descriptores del fenómeno a posteriori que apóstoles de la previsión y la prevención. (Es curioso aun como metáfora: los rayos no caen en las iglesias, no por la protección de dios, sino porque los dineros de los dioses dan para la compra de pararrayos).

No sé cuánto vale la libertad. Sé que hay gente que ha dado la vida por ella. También sé que hay gente que vive de "okupa" en su edificio y que nunca apostó por las libertades colectivas un ápice que pusiera en riesgo los lindes su libertad personal.

Juan Genovés, durante la entrevista, reconoció que en determinados momentos pasó miedo y también dijo que, en aquel tiempo, era algo que no se admitía. Más que nada porque el miedo se transmite con más virulencia que cualquier virus y provoca una parálisis que ningún grupo a la intemperie de la historia se puede permitir.

Genovés, además de recordar los días en que determinados sucesos convirtieron su cuadro "El abrazo" en un mito, recordó cuánto esfuerzo, qué odisea, cuánta tribulación costó revertir el Círculo de Bellas Artes (CBA) a sus legítimos propietarios, los trabajadores del arte.

Hoy, El Círculo, ha logrado el lugar que le corresponde. Es una institución respetada y respetable edificada con esfuerzo sobre lo que fue un refugio de "fantasmas" y parásitos que bien merecería una novela. Tras devolver la dignidad a la institución, ésta se volvió golosa para los que conocen el precio del dinero y del poder, no de la libertad.

Luego ha venido una crisis que se ha cebado y roto, como la soga tensa, sobre el lado más débil. Son las empresas de comunicación y cultura aquellas sobre las que se recortan los dineros.

Llega el momento de los recortes y aparecerán profetas de la gestión, con casco, como los rescatadores de terremotos.

Ciertas gentes hemos desarrollado un temor atávico a los rescatadores. Aparecen como salvadores, remozan la casa, se la apropian y entierran con delectación los valores que la ayudaron a crecer.

El Círculo, su radio, pasa por unos momentos difíciles. Y hay ahí un nido de buitres, sobrevolando por el cielo invernal del cruce entre Gran Vía y Alcalá, que produce inquietud.

Genovés, sin embargo, es un joven que transmite la jovialidad y el optimismo de quien gastó seis de sus siete vidas en sobrevivir a las carroñeras. Conoce el precio de la libertad y la mentira de varios mensajes…

Tras la bandera de su mirada uno se alista a la defensa de una radio.


Mariano Crespo


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