jueves, 11 de marzo de 2010

(19) ¿Aquí cabemos todos? (avance del programa del viernes 12/03/10)


“Garzón en los tiempos del cólera”

Esta es una pregunta retórica de manual. Parece que sí es una fosa común, sí.

Pero si la pregunta la extendemos al territorio nacional (e incluso internacional) en donde ciudadanos y ciudadanas tengan que convivir bajo la tutela y obediencia de un conjunto de derechos y obligaciones, amparados por una Constitución libremente elegida y tutelada por unos tribunales de justicia parece más inverosímil.

En el tiempo de la difícil transición democrática, el cantautor Víctor Manuel, hizo una canción que finalizaba “Aquí cabemos todos o no cabe ni dios”. Esta tampoco ha sido una afirmación retórica. No voy a recordar aquí las penalidades, y hasta la cutrez, que miles, casi una mayoría de ciudadanos, pasaron para ser “normales”. Era anormal casarse por lo civil (Y generalmente aburrido porque los jueces no pusieron nada de su parte), era anormal estar sindicado en una empresa, era anormal usar anticonceptivos, era anormal ser objetor y pacifista, era anormal consumir cannabis mientras los poderes iban hasta el culo de cocaína, era anormal amar a alguien del mismo sexo mientras la iglesia coleccionaba expedientes de pederastia como el que hace la colección Rin-tin.tin. Era anormal compartir responsabilidad en la anticoncepción mientras en las listas de viajes a Londres estaban ellas, las hijas de ellas, las hijas de María. Respirar hubiera sido anormal si no hubieran necesitado mano de obra.

Franco había dicho que lo dejaba todo atado y bien atado. Pero nosotros fuimos a lo nuestros o a lo que podíamos, a ocupar los espacios de libertad dentro del sistema. Se hizo una Constitución. Se derogaron leyes y se aprobaron. Hubo renuncias y conquistas. Pero lo que viene sucediendo durante los últimos años parece una revisión a la baja de las libertades conseguidas, con unos supervivientes de la dictadura que, pasados los años, han perdido los complejos por mostrarse tal y como son.

En ese marco se produce el abordaje personal que está sufriendo el juez Garzón la persecución en su figura de la lucha contra el olvido.

Alguien que observara el panorama desde un plano cenital empezaría a sospechar que hemos hecho un retorno al pasado infame. Manifestaciones de clérigos que, con coartadas de lucha por la vida, reclaman el poder eclesiástico como censor y vigía de las leyes laicas, con los jueces persiguiendo a magistrados que quisieron poner bajo la tutela de la ley los desmanes de la dictadura y el amparo de sus víctimas.

Y en medio, una crisis económica, que corre el riesgo de ser la pantalla de humo que convierte en salvadores a los principales causantes.

En este paisaje, el programa de “Proyecto ADN” del viernes 12, tendrá como invitados al prestigioso abogado, Manuel Murillo, y al historiador y activista por la memoria histórica, Miguel Ángel Rodríguez Arias.

Mariano Crespo


3 comentarios:

  1. Efectivamente ¿aquí cabemos todos?
    He oido la interesante la interesante entrevista a Miguel Angel Rodriguez y cuando daba la explicación de que era genocidio, también era aplicable esa explicación punto por punto a las brutalidades republicanas. ¿Acaso Paracuellos no es también una ejecución masiva de prisioneros de guerra y un intento por exterminar personas no por sus comportamientos sino por su ideología, clase social o religión?

    Ese es el gran problema de Garzón. Ante un genocidio, Paracuellos, enarbola la amnistía franquista y la del 77. Ante otro genocidio enarbola la legalidad internacional ¿en qué quedamos?
    Y no caigamos en lo de que los republicanos defendían la legalidad, porque los convenios y acuerdos internacionales esgrimidos por el señor Rodríguez no entran en si el objetivo de los criminales era bueno o malo, sólo atiende al estudio de los crímenes.

    Luego lo del anuncio patético. Hay otros damnificados. Por ejemplo "todos los Mohamed" que tuvieron la desgracia de cruzarse en su camino en las operaciones Datil, Nova, etc. Sobre más de un centenar de detenidos, muchos de los cuales pasaron meses e incluso años en la cárcel, menos de un 10 % de condenas, absoluciones generalizadas y denuncias de diversos tribunales de violación de las más elementales garantías procesales.

    No hay otro juez en Europa con un palmarés de durísimas críticas a su forma de instruir como él. ¿Cuantos jueces pueden presumir de dos condenas, muy duras en sus términos, por arte del Tribunal de DD.HH. de Estrasburgo?

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  2. No necesito entrar en si la mayoría de los fusilados en Paracuellos eran militares traidores al Estado, sublevados en el Cuartel de la Montaña, desde donde masacraron al pueblo en armas que tuvo el deber, y lo ejerció, de defender a la República. Las víctimas de Paracuellos nunca se deberían haber producido, al igual que la sublevación fascista que originó la Guerra Civil.
    Otra cosa es que se intente comparar lo que pudo ser un crímen de guerra con lo que fue un genocidio.
    La ley de amnistía, como defiende Miguel Ángel, es nula a todos los efectos. Lo que no implica que, por un lado, se podría volver a encarcelar a todos los que dieron su vida por la democracia en España, como es el ejemplo de Marcelino Camacho y, por otro, se podría enmendar la labor sagrada que dejó de realizar el caudillo en 40 años, de vengar y dignificar a las víctimas de Paracuellos.
    Y es que, en casa del herrero, cuchillo de palo.

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  3. Gracias por opinar distinto, Sólo una pregunta. Por qué siempre hablaís de la guerra cuando demandamos el asesinanto colectivo de la posguerra. Leer historia no es malo. Y luego el asunto judicatura, mira amigo anónimo, el narcotráfico, el fascismo internacional, la corrupicón local y mucho más te estarán agradecidos y te lo harán mostrar si llegas a las altas magistraturas y no abres dilegencias. Entonces será un juez como se espera de ti. Pero si te enfrentas a todas las mafias, te enfrentas, también, curiosa formación moral universitaria, a todos los más prestigisosos despachos de abogados. Ellos encontrarán errores de procedimiento y,nunca, nunca, nunca, serán cómplces ni de las mafias, ni de los genócidas, ni de los corruptos. Ellos, que escogieron el lado mas cómodo del derecho, gozarán del respeto profesional, del apoyo endogámico, y de unas fortunas tan grandes y tan opacas que lo del viaje a Nuevva York de Garzón resulta irrisorio.es la diferencia entre que te contrate una Universidad internacional de prestigio (curioso cuando haces tan mal los sumarios)o te paguen todos los paraisos fiscales que ene l mundo hay y los que lo alimentan.

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