martes, 4 de mayo de 2010

(23) El asedio (30/04/10)

 

Hicimos un programa de radio con el titulo de ¿es vergonzoso ser trabajador? y en un enlace encima de estas líneas tienes el resultado. Un programa con música, humor, reflexiones y un invitado – Juan Antonio Olmos, secretario general de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO, al que preguntamos con el objetivo de conocer. Ese es nuestro sentido de la comunicación. Dejar hablar a un invitado de lo que conoce, dándole tiempo a argumentar, a expresarse.

Esto parecería que es lo normal. Un periodista amigo y maestro de las entrevistas, Antonio San José, me decía que en este género no hay que acorralar al entrevistado como parece ser una práctica dominante. Lo que hay que hacer es preguntarle sosegadamente para que el invitado esté relajado. De esta manera el entrevistado se termina por mostrar tal y como es: el que es tonto necio, el que es inteligente cautiva, el que tiene opiniones las lanza el que no se diluye en círculos concéntricos. La función del comunicador es ser capaz de mostrar de la manera más veraz al entrevistado.

Todo lo que digo parece una obviedad pero lo sucedido en Telemadrid el 30 de abril con los secretarios generales de CCOO y UGT invitados al programa “El Círculo a primera hora” fue toda una lección magistral de los que confunden la entrevista con el “tercer grado” y el debate con el asedio. Se trata, no de que el espectador termine con una opinión más clara y puntual sobre la situación del empleo, del diálogo social en la Comunidad, sino de que asista al pim-pam-pum, contra los invitados. Como si fueran unos advenedizos. Como si no representasen a nadie.

De esta manera una televisión pública, cuyo criterio de respeto tendría que venir dado por aquello que los ciudadanos que la sufragan respeta, trata a los representantes de los dos sindicatos más representativos como si fuera apestados y les coloca como interlocutores de debate a dos periodistas obsesionados patológicamente con la no legitimidad de la representación sindical y con la reforma del mercado de trabajo a la manera que la concibe el mundo del dinero: por la vía del recorte de derechos.

Y como los contertulios –que no les ha elegido nadie, excepto el dedo de la ama- se creen en posesión de la verdad absoluta acorralan con sus dogmas a los que han elegido, empresa a empresa, la mayoría de los trabajadores de la Comunidad de Madrid.

Es la práctica habitual en el Cortijo de ESPE (también conocido como Telemadrid).

Lo sucedido me lleva también a otro tipo de reflexión. Este ataque continuo y desmesurado desde los pregoneros de la Puerta del Sol y sus medios a los sindicatos es el síntoma de que éstos son la última barrera que la queda a la déspota (ilustrada no, gracias) con careta de liberal para tener controlado todo el tejido social de Madrid.

Así que alerta que la señora presidenta es tozuda y obsesiva en sus odios y persecuciones (director de ABC, editores de informativos de Telemadrid, Alberto Ruiz Gallardón) y día si, día no, los sindicatos serán demonizados hasta la extenuación por una corte de políticos y periodistas que conviertan los deseos de la aristócrata en órdenes de obligado cumplimiento.

Mariano Crespo

No hay comentarios:

Publicar un comentario