viernes, 5 de noviembre de 2010

(36) El silencio del tejido social (05/11/10)

ArizaJohnWayne


Si usted lo dice, ¡a callar! Señorito

Mariano Crespo y su tropa nos han regalado hoy un programa-trampa. Y es que, por la boca puede morir el pez (incluso alcaldes y escritores de rancio abolengo) o al menos, de librarse, lucir un piercing que recuerde su apertura en falso, pero resulta difícil promulgar la quietud del hocico parlante como designio de nuestros días y salir airoso del lance.

Y es que, desde el primer minuto del ADN de hoy, ha quedado claro que se habla y, además, el atractivo lo ponen siempre quienes rompen el silencio para mejorarlo, claro.

En una sociedad donde la dejadez en la participación y en la respuesta está dando paso al servilismo y, por tanto, al auge de lo antisocial, es un bálsamo saber que nuestro John Wayne de los valores más rebeldes y justicieros sigue cabalgando (no en balde, ha llegado a caballero de la Legión de Honor) desde que, en la Perkins, se montara junto a Marcelino en la maquina de un tren llamado Comisiones Obreras, cuando sólo (me he enterado por la Academia que ya va sin acento pero no estoy de acuerdo porque quiero que se entienda también sin contexto) había dos direcciones posibles: adelante o atrás.

La sobreprotección anula la rebeldía de la juventud que, saturada además con una información sesgada, deja en manos de losMarcelino Camacho poderosos y sus medios la orientación de las organizaciones sociales. Y así nos va, Don Julián (o Don Marcelino, que tanto da).

Resulta terrible pensar que, en esta orgía de Tintorro Party, como añade Mariano Crespo (a quien cabe agradecer, junto al Maestro Alfaya, sus lúcidos chascarrillos de hombres de mundo con los que nos han deleitado hoy), la descendencia acabe viviendo peor que sus ancestros y, lo que es peor, sufriéndolo como las hemorroides, en silencio.

Es como nos cuenta Martín Carril, de los entresijos no divulgados del cuento de Blancanieves, y que gracias a Belén Gopegui, con el fondo adecuado de la música de Emilia Rabbit Davis, nos vemos en la obligación de meditar porqué ésta (quiero acentuarlo), la amiga de las siete personas de talla disminuida, no conserva el apellido del padre en primer lugar.

Ha resultadoJulián Ariza,  Emilio López Galiacho, José Luis Prieto, Paloma Pesquera refrescante también escuchar los gritos del silencio (o de la “puta calle”) de las experiencias de Paloma Pesquera para hacer hablar al “Tetuán de las Derrotas” y que este barrio, lejos de sentirse huérfano por la crisis religioso-comunista, se vertebre de chilabas, permanentes y malocotones en una integración de futuro.

José Luis Prieto, partícipe de una red de blogeros opinadores, nos da la clave de su espacio de reflexión: el que todos puedan escribir, opinar y ser interpretados, democratiza la opinión pública. Es el progreso con Ideas.es

De la Frontera-D, Emilio López Galiacho defiende el espacio necesario para expresarse con plenitud frente a la simple consigna y, además, aprender a filtrar el exceso de titulares que nos acaban resbalando sin solventar ninguna duda. Como el arte, que puede servir para despertarnos pero no para resolver nuestros problemas.

En fin, como dije al principio y casi de acuerdo con León Felipe, no es que nuestro tejido social esté callado ante la que está cayendo sino que, quizá, esté sumergido en el más profundo de los pozos.

Tomás Montero



BIBLIOGRAFÍA Y DISCOGRAFÍA DEL PROGRAMA

Música del programaMúsica:

“Ítaca”, Lluís Llach

“Esta boca es mía”, Joaquín Sabina

“In a silent way”, Miles Davis

“Silence”, PJ Harvey

“Silencio”, Ojos de Brujo

“Silence Raval”, Che Sudaka

“Lucidez” (Miquel-Lluís Muntané), José María Alfaya

Textos del programaTextos:

“El padre de Blancanieves”, Belén Gopegui

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